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Un estudio realizado por la Colorado School of Medicine de los Estados Unidos, muestra que los circuitos de recompensa del cerebro en las mujeres anoréxicas se sensibilizan y pierde sensibilidad en las mujeres obesas. Los resultados también sugieren que la conducta de comer está relacionado con las vÃas de la dopamina del cerebro implicadas en la adicción.
El equipo de investigación utilizó imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para analizar la actividad cerebral de 63 mujeres que son obesas o anoréxica. Los cientÃficos compararon los resultados con los encontrados en las mujeres de peso considerados "normales". Los voluntarios fueron condicionados a asociar las formas visuales con una cierta solución dulce o no, y luego recibió el sabor dulce de la solución esperada o inesperada. Esta tarea se ha asociado con la función cerebral de la dopamina en el pasado.
Los autores descubrieron durante las sesiones de resonancia magnética, una solución de sabor dulce inesperada resultó en aumento de la activación neural de los sistemas de recompensa en los pacientes con anorexia nerviosa y la disminución de la activación en las personas obesas. En los roedores, la pérdida de restricción en la dieta, y el peso se ha asociado con una mayor respuesta en los circuitos de recompensa relacionados con la dopamina en el cerebro.
"Está claro que en los seres humanos del sistema de recompensa del cerebro ayuda a regular la ingesta de alimentos", dice el investigador involucrado en el estudio de Frank Guido, quien continúa: "el papel especÃfico de las redes en los trastornos como la anorexia nerviosa, y otros mano, la obesidad, siguen sin estar claros. " Los cientÃficos coinciden en que se necesita más investigación en el área. El estudio fue publicado en Neuropsychopharmacology.